El proyecto

Alma d`Barro es un proyecto que nace del entusiasmo por la búsqueda de lo bien hecho y que aúna tradición y modernidad en dos mundos tan apasionantes como son la cerámica y el vino.

El proyecto Alma d ‘Barro esta impulsado por Alfonso Soro, alfarero de cuarta generación ubicado en Fuentes de Ebro (Zaragoza), entusiasta e investigador por naturaleza y amante de su trabajo y de sus raíces alfareras.

En 2010 recibe un encargo para hacer unos envases de barro que debían sumergirse en el mar para la crianza del vino. Después de experimentar con varias pastas y métodos de fabricación, elabora una vasija en forma de ánfora que cumple con las expectativas del proyecto S’Amfora.

Atraído por la unión de su nuevo aliado, el vino, comienza un nuevo reto y elabora unas tinajas de gran formato para la crianza del vino, estudiando y haciendo ensayos con varias arcillas, grosores, temperaturas y otros parámetros influyentes, hasta conseguir el resultado deseado. Y, una vez conseguido, le asalta una nueva duda ¿Que pasaría si una vez el vino esta en botella, siguiera evolucionando como en una tinaja?

Es aquí donde surge la idea de hacer una botella a la que se le añade una válvula cerámica por donde el vino sigue micro-oxigenando y por tanto evolucionando. Nace la Botella Aragón ®.

La historia de Alma d' barro

Colaboran con Alma d'Barro varias bodegas artesanales que miman la elaboración de sus vinos, en la búsqueda constante de la excelencia, combinando las técnicas más ancestrales con los conocimientos más actuales.

Estos elaboradores son personas creativas y entusiastas, cuya meta es ese vino de autor que refleje la personalidad del propio hacedor, mostrando así toda la ilusión, trabajo y esfuerzo que han puesto en él a lo largo de los años.

Son por tanto los vinos más naturales y artesanales, obtenidos a partir de uvas cuidadas y respetadas, y elaborados con técnicas que implican la mínima intervención, los elegidos para nuestro proyecto.

Los vinos, previamente seleccionados, tras su crianza en barrica o en tinaja, se redondean en la Botella Aragón. Esta botella alberga interesantes propiedades, tales como una mayor inercia térmica, la ausencia de paso de luz o la existencia de una exclusiva membrana de cerámica o roble que permite una micro-oxigenación y, por lo tanto, una evolución del vino. Estas condiciones permiten que el paso de los años se convierta en una virtud para poder continuar cuidando el vino y poder así, disfrutarlo en su máximo esplendor.